Por: Laura Arroyo Gárate
En este texto, Carlos Garatea [1] aborda dos temas. Por un lado la problemática de las normas lingüísticas en el español de América (sobre todo en el caso peruano) y, por otro, la historia del español andino (siglos XVI y XVII). El texto hace precisiones respecto a ambos temas y logra transmitir, mediante diversos ejemplos, la idea de la complejidad lingüística en nuestro territorio.
El autor menciona cómo en las distintas variedades utilizadas en diversos lugares, se asienta la conciencia identitaria del grupo que la utiliza. Esta conciencia no solo refiere el sentimiento de pertenencia social, sino a la vez una serie de juicios y valores respecto de usos lingüísticos concretos.
Una definición interesante en este texto es el de “variedades mestizas”; con este término, el autor se refiere a aquellas variedades que surgen como producto del contacto del español con las lenguas indígenas. Este contacto ocasiona el “español americano” que refiere a una pluralidad de variedades.
Este aspecto es muy importante puesto que el autor afirmará que la situación del español responde a una cultura lingüística pluricéntrica. Esta es la razón por la cual un patrón normativo que es igualmente válido para todos los hablantes de esa lengua o alguna variedad regional sea inexistente.
Otro punto importante en el texto es el que se refiere al factor educativo. El autor considera que la pobreza educativa se puede evidenciar en una deficiente preparación para elaborar discursos escritos: “si la lengua estándar se consolida sobre todo en la escritura, este contexto hace que ella no cumpla la función referencial y unificadora de los usos que idealmente se le atribuyen”.
¿Por qué esta idea resulta importante?
Resulta importante puesto que se desprende de la cita anterior que la percepción y reflexión metalingüística de los hablantes se encuentra orientada por criterios que se adquirieron en sus experiencias comunicativas.
Ahora bien, al respecto podrían aún discutirse puesto que habría que evaluar hasta qué punto sin el factor escritural, la lengua no puede pensarse (reflexión metalingüística) también de modo abstracto y no basándose solo en las experiencias. Pero dicha discusión podemos abordarla en otro momento.
Lo que sí resulta interesante es, sin duda, la apreciación respecto a los usos “incorrectos” de la lengua; percepción que institucionaliza las relaciones asimétricas y afectan la conciencia identitaria del grupo que utilice las variedades consideradas “incorrectas” por los grupos de poder. Para explicar mejor el caso, el autor menciona varios ejemplos referidos al español andino.
Es más, ya que las migraciones son un fenómeno de nuestro tiempo, debemos tener presente que el español de Lima es una síntesis del español del Perú. Esta es otra idea central en el texto de Garatea.
Finalmente, se entra al tema de las tradiciones discursivas, definidas como moldes histórico-normativos establecidos socialmente y respetados en la producción de un discurso oral o escrito. En ese sentido, toda tradición discursiva es tradición cultural y por ello pueden ser delimitadas en el tiempo.
Para analizar el caso peruano y americano, el autor se vale de ejemplos utilizados en textos de Rivarola. De este modo afirma que el carácter histórico de las tradiciones constata como ellas normaron la producción y discursos escritos en América; y como junto a fenómenos surgidos por la situación de contacto entre el español y las lenguas indígenas se mantuvieron usos y funciones particulares.
Este texto resulta bastante interesante puesto que trata el tema de variedades (que hemos visto con anterioridad en este blog) y las delimita al campo americano y peruano. Resulta una realidad conocida para muchos de nosotros quienes no debemos dejar de notar que utilizamos variedades distintas a la hora de expresarnos, lo cual desde luego, no implica la jerarquización de una sobre otras. Este texto contribuye con esa idea, lo recomendamos.
En este texto, Carlos Garatea [1] aborda dos temas. Por un lado la problemática de las normas lingüísticas en el español de América (sobre todo en el caso peruano) y, por otro, la historia del español andino (siglos XVI y XVII). El texto hace precisiones respecto a ambos temas y logra transmitir, mediante diversos ejemplos, la idea de la complejidad lingüística en nuestro territorio.
El autor menciona cómo en las distintas variedades utilizadas en diversos lugares, se asienta la conciencia identitaria del grupo que la utiliza. Esta conciencia no solo refiere el sentimiento de pertenencia social, sino a la vez una serie de juicios y valores respecto de usos lingüísticos concretos.
Una definición interesante en este texto es el de “variedades mestizas”; con este término, el autor se refiere a aquellas variedades que surgen como producto del contacto del español con las lenguas indígenas. Este contacto ocasiona el “español americano” que refiere a una pluralidad de variedades.
Este aspecto es muy importante puesto que el autor afirmará que la situación del español responde a una cultura lingüística pluricéntrica. Esta es la razón por la cual un patrón normativo que es igualmente válido para todos los hablantes de esa lengua o alguna variedad regional sea inexistente.
Otro punto importante en el texto es el que se refiere al factor educativo. El autor considera que la pobreza educativa se puede evidenciar en una deficiente preparación para elaborar discursos escritos: “si la lengua estándar se consolida sobre todo en la escritura, este contexto hace que ella no cumpla la función referencial y unificadora de los usos que idealmente se le atribuyen”.
¿Por qué esta idea resulta importante?
Resulta importante puesto que se desprende de la cita anterior que la percepción y reflexión metalingüística de los hablantes se encuentra orientada por criterios que se adquirieron en sus experiencias comunicativas.
Ahora bien, al respecto podrían aún discutirse puesto que habría que evaluar hasta qué punto sin el factor escritural, la lengua no puede pensarse (reflexión metalingüística) también de modo abstracto y no basándose solo en las experiencias. Pero dicha discusión podemos abordarla en otro momento.
Lo que sí resulta interesante es, sin duda, la apreciación respecto a los usos “incorrectos” de la lengua; percepción que institucionaliza las relaciones asimétricas y afectan la conciencia identitaria del grupo que utilice las variedades consideradas “incorrectas” por los grupos de poder. Para explicar mejor el caso, el autor menciona varios ejemplos referidos al español andino.
Es más, ya que las migraciones son un fenómeno de nuestro tiempo, debemos tener presente que el español de Lima es una síntesis del español del Perú. Esta es otra idea central en el texto de Garatea.
Finalmente, se entra al tema de las tradiciones discursivas, definidas como moldes histórico-normativos establecidos socialmente y respetados en la producción de un discurso oral o escrito. En ese sentido, toda tradición discursiva es tradición cultural y por ello pueden ser delimitadas en el tiempo.
Para analizar el caso peruano y americano, el autor se vale de ejemplos utilizados en textos de Rivarola. De este modo afirma que el carácter histórico de las tradiciones constata como ellas normaron la producción y discursos escritos en América; y como junto a fenómenos surgidos por la situación de contacto entre el español y las lenguas indígenas se mantuvieron usos y funciones particulares.
Este texto resulta bastante interesante puesto que trata el tema de variedades (que hemos visto con anterioridad en este blog) y las delimita al campo americano y peruano. Resulta una realidad conocida para muchos de nosotros quienes no debemos dejar de notar que utilizamos variedades distintas a la hora de expresarnos, lo cual desde luego, no implica la jerarquización de una sobre otras. Este texto contribuye con esa idea, lo recomendamos.
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[1] GARATEA GRAU, Carlos. Español de América, español del Perú: sobre normas y tradiciones discursivas
En: Lexis (Revista de Lingüística y Literatura) -- Vol. 28, no. 1-2 (2004) p. 397-428
En: Lexis (Revista de Lingüística y Literatura) -- Vol. 28, no. 1-2 (2004) p. 397-428