Por Paloma Pinillos
En estas últimas semanas se ha venido discutiendo en el blog acerca del ‘estándar’. Muchos comentarios dentro del foro la problemática de la ‘norma’, la ‘normativa’ y el ‘estándar’, desataron la discusión y la confusa, en muchos casos, definición de este término . Se dieron comentarios como “la lengua estándar tiene una finalidad unificadora” (Héctor, 10 de marzo) o “Que el estándar actual (o lo que se quiera llamar como estándar) tenga determinadas características es sencillamente por una cuestión socio histórica” (Teresa, 11 de marzo) . Partiendo de las distintas opiniones y comentarios intentaremos dar una definición y ejemplificaciones de cómo es que este ‘estándar’ se da y cuales son sus efectos dentro de la lengua y la sociedad.
La lengua estándar es una variedad lingüística, la cual se caracteriza por tomar determinados términos y usos de una lengua en particular, con la finalidad de convertirla en un instrumento útil para la sociedad. De esta manera la variedad ‘estándar’ se convertiría en una herramienta válida en diversos contextos en los cuales se requiere una uniformización de determinados usos del lenguaje. El objetivo social por tanto, sería homogeneizar las diversidades del habla, entendidas como los distintos dialectos o variedades que se hablan según lugares, situaciones, culturas, etc.
Como se ve la variedad ‘estándar’ tiene una finalidad de unificación para con los hablantes permitiendo un entendimiento más amplio en diversos contextos; sin embargo, esta realidad es prácticamente utópica. Esta utopía de la homogeneidad en el habla con fines de cabal entendimiento para con los distintos grupos variacionales ha desatado no una unidad, sino, más bien, un cierto de contrastes dentro del habla que han creado una diversidad de desigualdades y superioridades dentro del habla.
La variedad 'estándar' al intentar ser la variedad 'comprensible' por todos, ha dado un total giro, convirtiéndose en la variedad 'correcta' o, en muchos casos, creida como 'única' para la sociedad. Al haber seleccionado determinados usos de la lengua se ha creado la idea de que esos usos seleccionados son los 'únicos correctos' y por tanto los más adecuados, rechazando y desplazando otros usos por creerlos erróneos. A esto se le debe sumar el hecho de que este 'estándar' es hablado, sobre todo, por los estratos sociales más altos, lo cual le daría un nivel 'mayor' de 'estatus', pues hablar con esta variedad significaría superioridad intelectual, académica y social.
La creencia de inferioridad de las lenguas no estándares, sumada a la idea de la inferioridad de la persona o sociedad que las hable, es una de las principales consecuencias del 'endiosamiento' del estándar. El incorrecto enfoque que se le ha dado al estándar a la sociedad ha llevado a prácticamente forzar al uso de una variedad asociada como la 'más correcta' desplazando a la variedad que uno mismo habla.
La problemática del prejuicio entonces resulta una gran complicación, pues se crea la idea de que existen lengua superiores a otras. Este punto es totalmente falso, ya que no existe ninguna prueba lingüística que demuestre que esta variedad 'artificial', como lo que es el 'estándar', tenga mayor valor. "...las variedades no estándares no son lingüísticamente inferiores a la estándar sino que todas ellas son sistemas de signos y reglas gramaticales, altamente complejas y sofisticadas empleadas hábilmente por los hablantes y sus necesidades expresivas"[1]. Como bien afirma Jorge Iván Pérez todas las lenguas son sistemas que manejan sus propias reglas y signos, y el hecho de que los rasgos de determinadas lenguas sean considerados como 'estándares' no le quita la propiedad de complejos a otros rasgos.
El caso del estándar es aún más complejo si nos centramos en el aspecto educativo. Si aplicamos la idea de hacer uso del estándar este aspecto ¿cómo creen que debería ser llevada? A mi parecer, sería muy útil aplicarla si se toman los cuidados respectivos para que esta no sea vista como 'superior' frente a su variedad, además creo que las variedades estándares deben ser creadas según las distintas variedades que se manejan en la zona, con esto me refiero a que no debería aplcarse la variedad estándar limeña en las alturas de un pueblo de Huaraz, ya que son contextos totalemnte diferentes. El estándar que se cree debe guiarse de los factores culturales y sociales que lo rodeen, ya que o sino su principal objetivo, como lo es la utilidad, no se daría.
Como ven existen muchos cabos sueltos dentro de este tema, sin embargo termino este artículo con una verdad muy cierta tomada del comentario de Teresa en el foro: “si queremos erradicar los prejuicios lingüísticos, un primer paso sería dejar de endiosar la variedad estándar”. No es por nada pero tu frase lo explica todo.
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[1] Los castellanos del Perú. Jorge Iván Pérez Silva