lunes, 19 de noviembre de 2007

Eventos

Por Paloma Pinillos

El Diálogo de Estudiantes de Lingüística se dará los días 21, 22 y 23 de noviembre en el campus de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Programa


MIERCOLES 21 DE NOVIEMBRE

Lugar: Auditorio de Humanidades

Acto inaugural
10:00 a.m. Palabras de bienvenida del decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Dr. Krzysztof Makowski.

10:15 a.m. Discurso inaugural de la presidenta del Centro de Estudiantes de Lingüística, Sofía Marín.

10:30 a.m. Homenaje a Luís Jaime Cisneros

11:20 a.m. Coffee Break

11:40 a.m. Ponencia Inaugural
¿Por qué es importante estudiar las lenguas amerindias?
Paul Heggarty

Presentador: John Castro


Lugar: Sala de Grados Facultad de L.L. y C.C. H.H.

Lingüística generativa

3:50 p.m. Biolingüística
Joel Armando Zavala - UNMSM

4:30 p.m. Asignación de caso en las subordinadas del adjetivo igual
Aldo Figueroa - PUCP

Moderador: Eunice Ruiz

5:10 p.m. Coffee Break

Sociolingüística I
5:20 p.m. Ideologías dominantes en comunicados de sindicatos de la ciudad de La Oroya
Geraldo Flores - PUCP
6:00 p.m. Género, etnicidad y uso del lenguaje en una comunidad shipiba en Lima
Nino Bariola - PUCP

Moderador: Luís Manuel Olguín


JUEVES 22 DE NOVIEMBRE

Lugar: Sala de Grados Facultad de L.L. y C.C. H.H.

Dialectología
11:00 a.m. Léxico del español de Jaén
Mariela Oliva - UNFV
11:40 a.m. El habla de los migrantes andinos en Lima: Acerca de la dinámica lingüística en espacios urbanos
Susanne Müller – Universität zu Köln (Alemania)

Moderador: Gustavo Quichiz

Lugar: Sala de Grados Facultad de L.L. y C.C. H.H.

Lingüística histórica
3:20 p.m. El dios creador de la cultura andina
Leonid Izáziga - UNFV
4:00 p.m. Signo y significante en San Agustín
Arturo Rivas - PUCP
4:40 p.m. Dimensión semántica del vocablo quechua camayoc
Raúl Bendezú - PUCP

Moderador: Andrés Napurí


5:20 p.m. Coffee Break

Lingüística de contacto
5:30 p.m. Quechuismos del español amazónico en Moyobamba
Lizbeth Alvarado - UNFV
6:10 p.m. Codificación diseminada de la evidencialidad en el quechua
Jorge Acurio - PUCP

Moderador: Nicolás Vargas

VIERNES 23 DE NOVIEMBRE

Lugar: Sala de Grados Facultad de L.L. y C.C. H.H.

Sociolingüística y lingüística descriptiva
10:20 a.m. Verosimilitud de la escritura en la sociedad peruana
Ricardo Melgarejo - UNFV


11:00: a.m. Elipsis en los avisos publicitarios de los periódicos
Maria Alejandra López - UNMSM

Moderador: José Neyra

11:40 a.m. Coffee Break

Sociolingüística II
11:50 a.m. Tradiciones discursivas de los vendedores de caramelos en los buses de Lima
Karem Robertson - PUCP
12:30 p.m. La oralidad en los titulares chicha: persuasión y entretenimiento
Carolina Arrunátegui y Marco Lovón - UNMSM

Moderador: Luís Hildebrandt


Lugar: Auditorio de Humanidades

Ley de lenguas e interculturalidad
3:40 p.m. Experiencias de la enseñanza del castellano como segunda lengua
Pedro Jáuregui - PUCP
4:20 p.m. Ley de lenguas. Mirada critica al problema lingüístico del Perú
Laura Arroyo y Sofía Marín - PUCP

Moderador: Ana Lucía Salcedo

5:00 p.m. Coffee Break

5:20 p.m. Mesa Redonda: Ley de lenguas
Jorge Acurio –Lingüística PUCP
Juan Luís Balarezo –Derecho PUCP
Nino Bariola – Lingüística PUCP
Candy Vilela – Antropología UNMSM


7:00 p.m. Discurso de cierre
Denisse Corzo, representante de la Comisión Organizadora del VIII Diálogo de Estudiantes de Lingüística.

7: 15 p.m. Vino de honor

domingo, 18 de noviembre de 2007

6 minutos más

Las opiniones vertidas en los artículos son de propiedad del redactor y no son necesariamente compartidas por el comité editorial.

"Nos-OTROS"
Por: Laura Arroyo Gárate

Tenía una deuda pendiente desde hace algunas semanas. Comparto con ustedes algunas de las impresiones que el viaje a Huancayo me dejó y los invito este viernes 23 de noviembre (Auditorio de Humanidades PUCP) a la exposición “Ley de Lenguas: mirada crítica al problema lingüístico en el Perú” en la cual profundizaré sobre este tema.

Doña Omelinda es dueña de una bodega en Ataura. Sus cuatro hijas la ayudan con las labores durante los fines de semana y los días feriados. Alejandra, la pequeña de cuatro años, no va a la escuela todavía, pero no falta mucho. Cuando les pregunto si hablan quechua ninguna responde, Doña Omelinda me dice “ya no hablo”, “solo las abuelas hablan”. Y desde entonces me pregunto qué quiso decir con ese “ya”.

Cuando Doña Omelinda nos enseña las manualidades que hace no podemos dejar de admirarnos. Se trata de un trabajo delicado y de calidad. Le compramos algunos muñequitos y nos dice con orgullo que ha exportado su trabajo a los Estados Unidos, “el inglés es importante” concluye, como terminando de responder a la pregunta que le hice al inicio.

Aquel día estuvimos paseando por Ataura en busca de personas que hablaran quechua. La búsqueda no resulta fácil cuando se ocultan verdades. Varios entendían a la perfección lo que se les decía, pero no enunciaban nada en quechua. Algunos decían que se trataba de hablantes pasivos pero generalizar resulta complicado: también podría tratarse, en algunos casos, de orgullo lingüístico.

Cuando nos dijeron que Doña Marciana hablaba el quechua con fluidez corrimos a su encuentro. Nos recibió con una sonrisa amable y conversó durante más de una hora en un quechua riquísimo. Nos contó sobre sus hijos en el extranjero y sobre la similitud del quechua con el inglés, por otro lado, se mostró sorprendida de que quisiéramos aprender quechua. Cuando le invitamos un poco de agua nos miró con desconfianza, Eliseo tomó un poco para demostrarle que no se trataba de ninguna broma y solo entonces Doña Marciana se sirvió, no sin antes decirnos que creyó que era veneno.

La desconfianza fue un rasgo característico en este viaje y es comprensible. Pude constatar la falta de Estado en los pueblitos alejados como Ataura. La infraestructura de los centros educativos resulta deficiente y antigua, la comisaría cerrada, la posta médica también. Los habitantes de los pueblos alejados se han acostumbrado a hacerse una idea colectiva del Estado que solo los recuerda en épocas electorales. Las paredes de las casas aún conservan las pintas de las anteriores elecciones regionales sobre las presidenciales. Doña Marciana se enorgullece cuando nota que estoy mirando la calcomanía en su puerta: “vivienda censada”; cumplió con su deber cívico sin duda y seguro con la amabilidad con la que recibió a este grupo de preguntones, la pregunta es si el Estado cumple también con el suyo.

En ocasiones, no querían contestarnos. Cuando preguntábamos si hablaban quechua, algunas personas se ofendían y se iban. Esto es comprensible ya que el castellano, y ahora el inglés, es considerado como la lengua de prestigio o, en términos de uno de los entrevistados “lengua de desarrollo”. No podemos pretender ignorar este hecho. Podemos tener un discurso claro y cierto: no hay lenguas mejores que otras, así como no hay personas mejores que otras, pero entonces, ¿cómo responder a los miles de peruanos que son discriminados lingüísticamente a diario?

Algunas personas piensan que la homogeneización lingüística sería una excelente solución al problema de comunicación en el Perú. A veces, no comprendo estas posiciones. ¿Acaso el que todos hablemos castellano garantiza que nos comunicaremos mejor? ¿Garantizaría la erradicación de la discriminación en el país? El discurso homogeneizador contribuye a la falta de orgullo lingüístico. La imposición de los discursos hegemónicos solo contempla la preponderancia casi “natural” (como si existiera tal cosa) de algunos sobre otros, pero quienes abogan por la pluralidad tampoco suelen tener muchos aciertos.

Esta crítica puede resultar polémica, pero resulta lamentable la noción limitada de “tolerancia” que manejamos a diario en nuestros discursos. El discurso posmoderno nos impone valores fundamentales tales como la democracia, la tolerancia, la libertad, la igualdad, etc. Soy una defensora de estos valores, pero no se pueden defender si no se les mira con actitud crítica y es aquí donde se producen los primeros tropiezos. Asumir como dogmas, los discursos hegemónicos o corrientes contemporáneas del pensamiento, es resultar condescendiente con las minorías. Cuestionemos nuestra tolerancia para encontrar las grandes deficiencias que subyacen a nuestros propios discursos.

La “tolerancia” entendida como el reconocimiento de “otros” pero sin considerarlos parte de una “nosotros” es solo la continuación de las propuestas discriminadoras. Si para ser tolerante, basta con saber que existen “otros” pero lejos, entonces por qué no seguir negando su existencia. En un país como el Perú, en el cual la integración sigue siendo un reto que nadie desea asumir, esta “tolerancia” limitada resulta excelente.

Cuando se menciona la dificultad de un gran proyecto nacional que incluya a todos los peruanos, se hace alusión en realidad a la falta de voluntad. Un proyecto nacional tantas veces relegado con justificaciones tan vacías como las que aluden a la complejidad de nuestra geografía, solo puede ser elaborado contemplando estas problemáticas.

El ejercicio de los derechos ciudadanos no radica solo en el artículo tal de la Constitución, sino en la aplicación de la misma en el día a día. ¿Cómo pedirle a un monolingüe de quechua que ame su lengua si no puede ejercer todos sus derechos ciudadanos con ella? ¿Qué sucede cuando se levanta una mañana, le roban camino al trabajo, se dirige a la comisaría local y no puede denunciar el robo pues el policía no lo entiende? Imaginen la situación con lenguas menos conocidas que el quechua y las amazónicas sobre todo.

Si Doña Marciana, Doña Candelaria, Doña Genoveva y algunas pocas otras se animaron a conversar con nosotros, debemos considerarlas satisfactorias excepciones. La respuesta usual era la negación del quechua como lengua materna y con ello constatábamos a cada momento que el prestigio de la lengua se vincula con el prestigio de los hablantes de las mismas. El título del artículo que publicara Virginia Zavala hace unos meses “Lenguas sí, hablantes no” no puede ser más acertado.

Y mientras tanto, el Estado sigue cerrando los ojos hacia estos miles de peruanos que debieran sentirse representados. Luego, cuando se realizan las consultas vecinales como en la sierra piurana, los representantes políticos los consideran comunistas o enemigos del desarrollo y no entienden que el asunto es mucho más complejo. ¿Cómo los peruanos pueden confiar en las garantías que brinda un Estado al que no conocen? Como mencioné al inicio, los pobladores se construyen una idea colectiva de lo que este Estado es; se trata de una idea pues de facto no lo tienen, o se reduce a la calcomanía pegada en la puerta de la casa de Doña Marciana.

Y ahora entiendo el “ya” de Doña Omelinda. Es como si hiciera alusión a lo pasado, a los tiempos en los que no tenía su negocio. Ahora exporta su producción, ahora tiene sus ahorritos; ella es consciente de que hablando solo quechua no hubiera podido hacerlo, ¿es justo? Y el “no” es la respuesta que salta inmediatamente. Es injusto en realidad, que Doña Omelinda no pudiera hacer su negocio con su propia lengua, con ese quechua que quiere, pero que encuentra poco funcional. Es injusto también que se les discrimine abiertamente por la lengua materna que tienen, que los pequeños de los pueblos alejados del Perú no puedan acceder a educación de calidad porque las prioridades del país siguen siendo otras o porque el Acuerdo Nacional aún no se pone en práctica o porque en lugar de reforzar un Estado deficiente se siguen creando nuevos organismos o porque el Ministro del Interior retrasa la reforma urgente en el sector, etc., etc., etc.

Y mientras pienso en todo eso, Alejandra se despide con sus mejillitas rosadas, sus ojos enormes y un good bye.[1]
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[1] Texto inicialmente publicado en el blog "Menoscanas" en el siguiente link:

sábado, 17 de noviembre de 2007

Estimados amigos:

El mes de noviembre nuestro blog tendrá como principal evento académico el VIII Diálogo de Estudiantes de Lingüística, el cual se desarrollará los días 21, 22 y 23 de noviembre en el campus de la PUCP. Este Diálogo le será dedicado al Doctor Luis Jaime Cisneros, por sus años de docencia y magistral labor en el mundo académico.

Los principales objetivos de este Diálogo son el propiciar en los alumnos de la especialidad la investigación lingüística en todos sus campos; crear un espacio donde los alumnos de la especialidad de Lingüística puedan presentar las investigaciones que han efectuado o que están realizando para que, de una manera conjunta entre profesores y estudiantes, se pueda discutir sobre estas ponencias y aportar ideas al investigador; y generar un mayor grado de integración entre los miembros de la especialidad y los demás miembros de la comunidad universitariaLa inauguración del evento la dará el decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas,

Krzysztof Makowski, el día 21 de noviembre en el Auditorio de Humanidades a las 10:00 a.m.

Esperamos los interesados puedan participar de este Diálogo.

Mayores informes: coloq-linguistica@pucp.edu.pe

Saludos

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Diálogo de Estudiantes de Lingüística

Por: Paloma Pinillos

Con motivo de impulsar la investigación, producción y discusión académica en el ámbito lingüístico se planteó la idea de comenzar una tradición que marcharía hasta el día de hoy.

Cada mes de noviembre los alumnos de la especialidad de lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú realizan el Diálogo de Estudiantes de Lingüística, el cual tiene como principal objetivo de crear un espacio donde los alumnos de la especialidad de Lingüística puedan presentar las investigaciones que han efectuado o que están realizando para que, de una manera conjunta entre profesores y estudiantes, se pueda discutir sobre estas ponencias y aportar ideas al investigador.

Punto clave en este diálogo es la principal participación de los alumnos. Aquí, el 100% de ponencias son realizadas por alumnos o ex-alumnos de la especialidad de lingüística, siendo una gran oportunidad para dar a conocer al público, dentro de ellos los profesores, las capacidades que poseen en su campo académico.

Este mantiene el nombre de Diálogo ya que el propósito es realizar una reunión en la que el público no sólo cumpla el rol de oyente, sino también, que pueda participar y discutir sobre los temas expuestos.

Muchos cambios han concurrido desde los primeros diálogos realizados en la Católica, y eso claramente se puede ver en los temas que serán expuestos. Como un profesor dijo hace unos días en clase " temas como estos no hubiesen sido considerados como lingüísticos en mi época. La sociolingüística era considerada el patito feo de la especialidad, mientras que la lingüística generativa era lo del momento. Es sorprendente ver como de tantas exposiciones solo haya una de lingüística generativa y el resto de sociolingüística, lingüística andina y amazónica. La moda de antes era el x barra (entre risas)"

El permitir a los alumnos ver la evolución de su especialidad reflejada en los intereses lingüísticos de hoy, es uno de los grandes objetivos de este evento académico.

La próxima semana colocaremos los temas y fechas de las ponencias que se llevarán a cabo durante los días 21, 22 y 23 de noviembre en el campus de la Pucp. Mayores informes coloq-linguistica@pucp.edu.pe

Editorial

Estimados amigos:

Hace pocos días nuestro blog ha cumplido 2 meses y queremos agradecerles por su participación durante todo este tiempo, ya que esto nos anima a seguir esforzándonos.

Por otro lado, hemos observado que en los últimos tiempos el interés por las carreras de Humanidades ha venido incrementándose, pero aún falta mucha información ya que no son propiamente las más tradicionales. En ese sentido, felicitamos la iniciativa de la facultad de Estudios Generales Letras de la PUCP; durante la próxima semana, van a estar realizando la “Feria vocacional de Humanidades”. En esta feria, lo que se busca es que ex – alumnos de todas las especialidades hablen sobre sus experiencias como estudiantes y, luego, en el campo laboral, para que de esta manera los alumnos interesados por alguna de aquellas carreras aclaren sus dudas al respecto.

Los horarios de las charlas de Lingüística son los siguientes.

Martes 13 de noviembre:

12:00 m - 2:00 pm El trabajo del lingüista en el Perú

Raúl Bendezú

(H - 402)

Viernes 16 de noviembre:

11:00 am - 12:00 m La presencia del lenguaje en la vida

Nino Bariola

(L - 102)


Los invitamos a participar de esta actividad positiva.

Saludos

Comité editorial

martes, 30 de octubre de 2007

Editorial

¡Hola a todos!

Primero que nada, quisiera pedirles disculpas a nombre de todo el comité editorial ya que durante la semana pasada no publicamos ningún artículo, a pesar de que nuestro blog hace publicaciones semanales. Esto se debió a un problema, externo a la esfera bloguistica, que nos impidió ocuparnos de im.verbe.

En segundo lugar, quería mencionarles que, durante las últimas semanas, hemos seguido recibiendo comentarios en el Pronunciamiento, lo cual nos hace sentir que nuestro esfuerzo realmente ha valido la pena, ya que a pesar de que ha pasado más de un mes desde que lo hicimos, la gente aún se interesa por el tema y lo que planteamos en torno a este, por tanto, el tema no ha perdido vigencia.

Esperamos que sigan apoyándonos y dándonos sus comentarios al respecto, puesto que poco a poco se pueden lograr los cambios. Esperemos que el tema siga en discusión y que en algún momento se logre conciliar alguna solución pertinente para este problema que afecta a todo el Perú.

Gracias a todos,
Saludos,

Lucho Hildebrandt - Comité editorial
agrupación 6minutos

sábado, 20 de octubre de 2007

Colaboraciones

Las opiniones vertidas en los artículos son de propiedad del redactor y no son necesariamente compartidas por el comité editorial.

Quechua Huanca: La historia de don Eliseo
Textos tan conmovedores como este me llenan de entusiasmo y de cierta impotencia:
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Remembranzas[1]

Nací un día veinte del mes de enero de 1930, en el barrio de Qasana del pueblo de Chupaca. Toda mi familia es campesina: todos nosotros trabajábamos en la chacra y pasteábamos vacas. Éramos criados: servíamos a una familia. Pertenecíamos a quienes eran tildados de “indio carajo”. Es que mi padre era peón. Poco a poco, lentamente, mi padre, con la ayuda de mi madre, logró levantarse: se convirtió en propietario de ganado vacuno y de sementeras. Todo ello, por cierto, con el esfuerzo de mis padres, hermanas y hermanos. Al final, mis padres nos dejaron a todos con cierta comodidad.

A veces con pena, y otras con alegría, recuerdo mi infancia. De niño solía jugar con mis amigos en los alrededores de mi casa: cogíamos renacuajos, nos bañábamos en las pozas, nos lanzábamos barro. Tiroteando a los pájaros, agarrando sapos, solía caminar con los camaradas. Descalzos con los pies cuarteados, ensangrentado, a tropezones, andábamos apurados por los cerros, en el río, cogiendo peces, trepando árboles canturreando, guapeando. ¡Qué no habríamos hecho nosotros!

Siguiéndole a mi hermano fui a la escuela de Juan Castro. Cuando tenía ocho años mi padre me matriculó en ella. Allí aprendí a leer y escribir. Entré a la escuela estrenando ropa nueva; caminaba a tropezones con mis zapatos nuevos. Como no hablaba bien el castellano, no podía entender lo que decía el maestro. Por eso no podía aprender, nada quedaba en mi cabeza. Mi maestro solía azotarme, me hacía arrodillar; incluso recibí palmetazos en la mano. Por todas cosas andaba muy avergonzado, al no saber bien el castellano. Sufriendo lo indecible aprendía a hablar esta lengua. ¡He aquí que hasta ahora no consigo pronunciar bien mi castellano!

Luego, una vez salido de la escuela, ya adolescente, me fui a Huánuco con un grupo numeroso de paisanos, al Seminario de San Teodoro. Como yo era el finigénito, mis padres querían que fuese cura. Luego pasé al Seminario de Santo Toribio en Lima. Posteriormente viajé a Arequipa. A los doce años me había ido a Huánuco y egresé de Arequipa. Estudié filosofía y teología; incluso así llegué a ser cura.

Luego regresé a mi tierra. Toda mi familia estaba profundamente apenada por haberme retirado del Seminario. Como dije, ellos querían que fuera sacerdote. Por eso, recordando los sufrimientos de mis padres, hasta ahora lloro.

Cuando tenía veintisiete años ingresé a la Universidad Católica. Allí me formé para profesor. Estudié cincos años y me recibí de docente. Ya cuando estaba maduro pensé en casarme. Había conocido muchachas tanto en Huancayo como en Lima, pero no habían sido para mí. En eso me carteaba con una muchacha brasileña por espacio de cuatro años. Y luego, yendo a su país, nos vimos en persona. Después vino ella a Lima, para que nos casáramos. ¡Sin pensar me casé con una brasileña!

Ya casado, proseguí mis estudios por dos años más para doctorarme. Me doctoré en pedagogía y filosofía. Toda mi familia me ayudó cuando estuve en el Seminario. Incluso cuando estudié en la Universidad recibí la ayuda de ellos, pero entonces los gastos no eran tan altos.

Luego de titularme como profesor, trabajé en escuelas y colegios, tanto diurnos como nocturnos, de manera que pudiera mantener a mi mujer y mis hijos. Después enseñé también en la Universidad Católica por espacio de trece años. Ahora trabajo en la Universidad Femenina; actualmente soy decano de su Facultad de Traducción.

Mis padres fueron también chupaquinos. Ya se murieron. Mi padre hablaba quechua y castellano también. Mi madre, por el contrario, sólo hablaba quechua. ¡Ella era una excelente mujer, muy hacendosa! Ambos eran pobres. Me acuerdo de cuando ahorraban dinero; no me olvido de sus padecimientos. ¡Seguramente podría escribir un libro, acerca de sus sacrificios! Ahora, todos nosotros (los hijos) tenemos siquiera algo. Y es que mi padre nos enseñó a hacer bien las cosas. Con el trabajo esmerado siempre es posible conseguirlo todo. Mis padres solían odiar a muerte a los ladrones, ociosos y mentirosos.

La gente del valle era muy laboriosa, y solía expresarse estupendamente en nuestro quechua. Ahora ya no es así. Ahora se avergüenzan de ser campesinos, de hablar quechua. Incluso quisieran desconocer a sus padres. ¡De dónde les vendrá esa maldita vergüenza! Los mozos y las mozas ya no quieren hablar el quechua; todos se avergüenzan de él: dicen que es el “habla de los indios”. Para ser gente -dicen- deberíamos hablar castellano, inglés o cualquier otra lengua. ¡Sólo así somos gente!, dicen. De igual manera ya no gustan de nuestra comida tradicional, de nuestras canciones, bailes y de todo aquello que forma parte de nuestra cultura. Ya no vemos ni el poncho, ni el cotón ni las ojotas. Hay quienes ni siquiera quieren llevar el apellido de sus padres. ¡Seguramente tienen la cabeza curada!

Por todo ello, mis queridos compoblanos, yo quisiera pedirles lo siguiente: estudien lo que fuere, vayan donde quieran, sean lo que sean, pero no olvidemos a nuestros padres ni reneguemos de su lengua. No despreciemos nuestro pueblo ni echemos a perder su cultura ni las enseñanzas de nuestros padres. Que prevalezcan la lengua y cultura de nuestros pueblos. Los que tenemos preparación no debemos permanecer como espectadores asistiendo a la extinción de nuestro legado cultural. Seamos como los quinguales, como los quíshuares, siempre erguidos ante la tormenta. Después de todo, los huancas son temerarios; no conocen el amedrentamiento.
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Tomar las armas

Este es el testimonio del Dr. Eliseo Salvatierra Jiménez, colaborador en el taller de Trabajo de Campo dictado por Rodolfo Cerrón-Palomino. Yo asisto a este taller y lo disfruto mucho. Al momento de leer este texto, apenas había conversado con el señor Eliseo un par de veces. Sólo supe que era un texto escrito por él cuando lo terminé, cuando mi corazón latía fuerte y mi mirada se perdía debido a una nostalgia ajena. Acababa de leer uno de los testimonios más sinceros y conmovedores de un hablante de quechua.

En la clase de aquel día, no podía dejar de tener la impresión de que don Eliseo encarnaba el derrotero vital de una lengua en desventaja: él se confundía muchas veces al elegir ciertas palabras; uno tenía que hablarle de manera pausada y en voz alta; olvidaba detalles sobre el significado de los términos y colocaba en su lugar otros ajenos al dialecto estudiado. Don Eliseo se sentía presionado por darnos la mejor información posible, respondía a nuestras dudas y nos decía si habíamos pronunciado correctamente las oraciones. Luchaba contra sí mismo, contra su memoria. Se ponía la mano en las sienes y, cuando se daba por vencido, decía resignadamente: ‘no me acuerdo’.

No digo aquí que el señor Eliseo sea una metáfora del desarrollo del quechua huanca. Pero tampoco puedo obviar que una lengua la constituyen sus hablantes. Muchas veces entro a clases pensando si lo que hacen los académicos no favorece una actitud fetichista hacia cualquier idioma, una actitud de ‘lenguas sí, hablantes no’ de la que hablaba Virginia Zavala. ¿Acaso no es más acuciante en nuestro país salvar las diferencias socioeconómicas antes que los problemas de corte lingüístico? No quiero quitar mérito al trabajo de los lingüistas (o el de los prospectos de lingüistas como yo), pero no se puede consentir creer que la lengua vale por sí misma.

La lengua es una herramienta cultural, de poder, de comunicación, de expresión artística, una puerta al funcionamiento de la mente, un medidor de nuestra situación histórica, política y social. Mi opinión puede sonar contradictoria viniendo de quien viene. Pero es mi opinión, no necesariamente la del resto. Veo al señor Eliseo y siento que su heroica postura con respecto al quechua es admirable. Pero no puede desligarse de la situación de paria en la que viven sus hablantes. Veo al señor Eliseo y siento que él nos incita a pensar en la situación del indígena y no tanto en su idioma.

Un lingüista no debe olvidar que su trabajo es un punto de partida hacia algo más grande. Lo digo porque siento cierto narcisismo en el regodeo intelectual de algunos humanistas. ¿De qué vale tener una impecable gramática ‘de salón’ si es que no se aplica para situaciones reales? ¿Podemos ser neutrales políticamente en un país donde se ampara la desaparición de las lenguas? ¿Qué espera el país de nosotros? ¿Un conocimiento infértil o uno que sea el motor de cambios sociales a gran escala?

El lingüista, como todo humanista, no puede ignorar estas preguntas, ya que los recursos que se emplean en la educación de una élite intelectual deben ser restituidos en cierta medida por el trabajo de sus nuevos miembros. Aquí no hablo de restitución ‘en metálico’, sino de ‘capital humano’. Uno no se sirve de la Ciencia bajo las ‘leyes del supermercado’, tomar lo que quiera, pagarlo e ir a casa. No lo creo. Uno se aproxima a la Ciencia para comprenderla y hacerla mejor. Este esfuerzo acumulativo y reflexivo es una de sus características más singulares. De esa misma forma, el lingüista debe acercarse a la Lingüística para hacerla mejor y, simultáneamente, hacer mejor a la comunidad de hombres para la que trabaja.

Estas palabras pueden sonar muy idealistas, pero es la forma como se manejan las cosas en los medios académicos. No empezaron a existir en el momento en que las dije. Estas ideas siempre estuvieron allí. El gran problema radica en internalizar el peso de esta enorme responsabilidad en los jóvenes. ¿Cómo luchar contra toda una corriente liberal de pensamiento que deja a las humanidades en un sitio accesorio? ¿Cómo hacer para dejar de pensar en términos económicos asuntos que son de corte humanista?

Tal vez, es una de las preguntas más difíciles de responder. Una vez resuelto este desfase podremos hacer de nuestras herramientas de trabajo auténticas armas de batalla.
[2]
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[1] Cerrón-Palomino, Rodolfo. Lengua y sociedad en el valle del Mantaro. IEP. Lima. 1989. Pag. 128-130.

[2] Textos publicados inicialmente en el blog GALLETATUERTA en los siguientes links:


jueves, 18 de octubre de 2007

Eventos

Seminario de cosmovisión y lingüística
Por: Paloma Pinillos

Esta semana comenzó el Seminario de Lingüística 2007- II en la Universidad Ricardo Palma (URP). Este está siendo presentado por la URP y el Diplomado “Curso Internacional de Lingüística, Traducción y Alfabetización” (CILTA), teniendo como tema central “cosmovisión y lingüística”.

Este seminario tendrá renombrados participantes nacionales como extranjeros, los cuales abordaran temas que interrelacionen la lingüística con concepciones del mundo, la cultura y la educación.

El lunes 15 de octubre se dio el inicio de la conferencia con el Dr. Wes Collins del Instituto Lingüístico de Verano (Ohio State University) con el tema: “El centro como un tema cultural y lingüístico entre los maya”. En el cual se discutió sobre la relación entre lengua y cultura a través de datos recopilados entre los maya-mam de Guatemala.
Estas conferencias continuarán hasta lunes 05 de noviembre en Auditorio Cervantes de la Facultad de Humanidades y Lenguas Modernas de la Universidad Ricardo Palma (Av. Benavides 5440, Surco).

Programa:

Viernes 19 de octubre: Mario Mejía
Tema: “La concepción andina del mundo y la traducción”
Lunes 22 de octubre: Dr. David Weber
Tema: “Lo que las relaciones causa-efecto paracientíficas nos enseñan sobre la cosmovisión quechua”
Martes 30 de octubre: Dr. David Foris
Tema: “La leyenda del sol y la luna y la concordancia para animalidad en el chinanteco de Sochiapam, México”
Lunes 05 de noviembre: Marlene Buenahora y Wilson Largo
Tema: “Cosmovisión y educación. Una perspectiva desde la etnia yukpa en Colombia”
Hora: 7:00 p.m.
Entrada Libre

Se entregarán certificados de participación (S/.10)
Mayores informes: coordinador_cilta@sil.org Telf.: 271-6370

martes, 16 de octubre de 2007

Editorial 16 de octubre de 2007

¡Hola a todos!

Quiero empezar agradeciendo a todos por su continuo apoyo y por sus comentarios.

Hemos empezado una nueva semana en Im.verbe con el Blog Action Day y por ese motivo publicamos, el lunes 15, un artículo relacionando la Lingüística con el medio ambiente, escrito por Geraldo Flores y que trata el tema del discurso aplicado al conflicto socioambiental en la Oroya. Los invitamos a leerlo, es un punto de vista muy interesante.

Además, esta semana fueron publicados dos artículos muy interesantes en Punto Edu, el periódico semanal de la PUCP. El primero, escrito por Diego Fernandez-Stoll, egresado de la especialidad de Lingüística de la PUCP, trata sobre la problemática de la coexistencia de lenguas en nuestro país. El segundo, es una pequeña entrevista al profesor Rodolfo Cerrón-Palomino, acerca de la labor del lingüista en la sociedad. Podrán encontrar ambos artículos aquí, en su versión electrónica en .pdf.

Por último, aprovecho para informarles que hemos cambiado el correo de contacto que se encuentra en el lado izquierdo del blog, con el fin tener un mejor acceso a sus inquietudes o colaboraciones.

¡Saludos!

Lucho Hildebrandt - Comité editorial
Agrupación 6minutos

lunes, 15 de octubre de 2007

BLOG ACTION DAY

Las opiniones vertidas en los artículos son de propiedad del redactor y no son necesariamente compartidas por el comité editorial.


Sobre el análisis crítico del discurso, ideologías y un conflicto socioambiental
Por: Geraldo Flores

Cuando leí por primera vez la página del Blog Action Day, pensé inmediatamente en cómo conectar un tema como el medio ambiente con la Lingüística; la vinculación no fue sencilla, ya que ambos campos abarcan aspectos bastante disímiles de la realidad; sin embargo, por una coincidencia, estoy escribiendo un pequeño trabajo sobre el conflicto socio-ambiental que se dio en la ciudad de La Oroya entre los años 2004-2006 (y que acusa sus efectos hasta el día de hoy). En el Perú, en los últimos años, se han originado conflictos en algunos lugares donde hay minas o centros metalúrgicos. Dichos conflictos han originado posicionamientos ideológicos sobre si se debe preferir la actividad minera y sus réditos económicos para las empresas y para la población dependiente de ellas o, en todo caso, se debe velar por la preservación del medio ambiente.

En el caso de La Oroya, estos posicionamientos crearon un clima de tensión y la población, en general, tenía la perspectiva de que ambos temas eran irreconciliables, pues si se prefería la conservación ambiental, se podría haber visto afectada la actividad metalúrgica y, con ella, la economía del lugar. Por otro lado, ustedes se preguntarán ¿qué relación puede tener un conflicto como este y el tema del blog? La respuesta es que para abordar las ideologías que se encuentran en aquello que ha sido afirmado por los actores sociales en esta ciudad se hace necesario usar un método que se denomina análisis crítico del discurso, ya que el discurso es visto, dentro de este tipo de enfoque, como el conjunto de creencias y valoraciones sociales que se evidencian mediante un conjunto concreto de enunciados. Teun van Dijk, propulsor de esta manera de abordar el discurso, afirma lo siguiente respecto a este modelo de investigación: «Considero que es mucho más importante analizar problemas, como el racismo, la desigualdad, el gobierno y la autoridad, las ideologías; problemas que pueden parecer muy pragmáticos pero que son igualmente teóricos. Ahora bien, el objetivo central del Análisis Crítico del Discurso es saber cómo el discurso contribuye a la reproducción de la desigualdad y la injusticia social determinando quiénes tienen acceso a estructuras discursivas y de comunicación aceptables y legitimadas por la sociedad.»[1] El ACD, entonces, está inserto dentro del campo de la sociolingüística y tiene especial relevancia en los procesos sociales en los que estamos inmersos.

A la vez, es necesario encontrar discursos que se puedan abordar de esta manera; en ese sentido, el trabajo al que aludí líneas atrás se basa en un conjunto de volantes que expresan determinadas valoraciones y posiciones conflictivas respecto de las ONG ambientalistas. Por ejemplo, uno de esos volantes afirma lo siguiente: «En consecuencia todos los trabajadores y nuestros familiares rechazamos a los enemigos de la clase trabajadora que a lo largo y ancho de nuestro país se han afincado con el pretexto ambiental.»[2] Se puede notar haciendo un análisis de este pequeño fragmento una postura ideológica que genera un enfrentamiento social, pues se ve a todos aquellos que velen por el ambiente como una suerte de ‘enemigos’. Este volante fue publicado a nombre del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de La Oroya (STMO) y, de esta manera, es posible observar como se hace una defensa del centro de labores. Tan fuerte es este deseo de conservar el estatus laboral que se subordina el tema ambiental y se presenta como irreconciliable o no concordante con el rédito económico. Esta imagen de las ONG y del arzobispo Pedro Barreto (quien logró que se hiciera un estudio de niveles de plomo en la población de esta ciudad) se extendió por todos aquellos que vieron amenazada sus condiciones laborales, salariales o comerciales. Tanto así que se generaron situaciones de violencia en contra de todos aquellos que estaban vinculados con organizaciones ambientales (Diario La República, 20 de febrero de 2006)[3]. Se nota, entonces, una ideología que está determinando una presión de la población sobre estas organizaciones para que no afecten el medio de sustento de la población. La asignación de la categoría de “irreconciliable” genera que los habitantes de la ciudad se posicionan en contra de uno de los actores sociales y favorezcan al otro, en este caso, la empresa.

De este modo, se puede hacer notar que la relevancia de una metodología de la Lingüística se hace necesaria si se pretende mostrar un estado de conflicto y se quiere proponer soluciones para este tipo de enfrentamientos. Una de ellas sería crear y velar por la vigencia de una mesa de diálogo para generar una comunicación eficiente entre la empresa Doe Run (que es la empresa que tiene sus instalaciones en esta ciudad) y las ONG; por otro lado, también se debe generar los mecanismos adecuados para una comunicación eficiente entre las ONG y los demás actores sociales de La Oroya. Para lograr este objetivo, la intervención de especialistas de distintos campos como el Derecho, la Comunicación para el Desarrollo, la Sociología, la Lingüística, etc. permitirá una caracterización más detallada del problema; asimismo, se podrá, mediante proyectos de desarrollo humano, lograr el beneficio de una situación no conflictiva en una sociedad donde tal situación se hace evidente mediante el discurso de sus actores sociales.
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[1] van Dijk, Teun. Análisis Crítico del Discurso – Discurso, poder y cognición social. Cátedra UNESCO, 13 de enero de 1994
http://www.geocities.com/estudiscurso/vandijk_acd.html
[2] Comunicado Nro. 3 (2005) STMO
[3] Diario "La República" 20 de febrero de 2006

BLOG ACTION DAY

Bloggers Unite - Blog Action Day


Imverbe se une al Blog Action Day. El tema de este año: medioambiente.

sábado, 13 de octubre de 2007

Sobre la práctica letrada y sus efectos

Las opiniones vertidas en los artículos son de propiedad del redactor y no son necesariamente compartidas por el comité editorial.
Por: Geraldo Flores

Hace algunas semanas, Coco Acurio, en su artículo, “Verdades y disparates”, se refería a la falta de contextos letrados para la traducción de la ley de lenguas como un argumento para afirmar que esto constituía un gasto innecesario. Expreso mi acuerdo con tal afirmación y, en el presente artículo, me centraré en las razones por las que este tipo de práctica resultaría tan importante como requisito para realizar dicha traducción.

La práctica letrada consiste en el conjunto de convenciones que comparten los integrantes del conjunto social sobre la funcionalidad de un elemento letrado dentro de la sociedad; este concepto involucra un conjunto de creencias, valoraciones y actitudes que determinan que la práctica letrada esté conformada por distintas prácticas sociales. Por ejemplo, el valor que tiene un libro como vehículo de conocimiento e “iluminador” de las mentes constituye una manera de posicionarse frente al libro, ya que, de esta manera, se está evidenciando lo que el libro representa y no lo que es. Por otro lado, el entorno en el que se da esta práctica se denomina justamente contexto letrado (Vich y Zavala 2004)[1]
.

La referencia a la ausencia de contextos se da porque los hablantes de las lenguas originarias, de manera externa, son obligados a adoptar las costumbres foráneas si quieren sobresalir en esa sociedad; una de esas costumbres justamente es la práctica letrada. En el caso de nuestro país, es claro que esta se da en la lengua castellana, ya que es la lengua oficial de todo el territorio nacional, es la lengua con mayor tradición escritural y es la lengua dominante. En sus comunidades, la lengua amerindia tiene una función mas bien íntima y familiar, y sirve para establecer una interacción más vinculante entre los integrantes de dicho grupo (en otras palabras, esta tiene funciones específicas). En cambio, el castellano tiene una función oficial y formal; representa el nexo con la sociedad peruana en general (tanto así que la pérdida de la lengua se da porque se le va asignando todas las funciones a la lengua dominante, en este caso, el castellano). En ese sentido, la comunidad siente que debe aprender la lengua dominante y debe manejar la escritura que la representa para defenderse de los demás, tal como lo afirma Virginia Zavala sobre la comunidad de Umaca (Apurímac) (Zavala 2002)
[2]. En otros casos, la práctica letrada ha adquirido funcionalidad dentro de las comunidades, pero siempre están asociadas con las valoraciones sobre lo escrito de la sociedad en general. Esto sucede, por ejemplo, en la provincia de Azángaro (Salomon 2004)[3] y Urpipata (De la Piedra 2004)
[4]. La influencia valorativa de lo letrado se da mediante un proceso histórico y se asigna un determinado rol a la representación gráfica por las oportunidades y beneficios que representa.

Sin embargo, los casos en los que esta funcionalidad forma parte de la vida de la comunidad son escasos; son más los casos en los que lo letrado representa una forma de conseguir acceso a oportunidades en la sociedad que exige el dominio de la escritura. En ese sentido, hay una relación de poder entre ambos grupos, pues la práctica letrada posiciona en la sociedad de mejor manera a los grupos que están insertos dentro de la práctica letrada (es decir, le da mayor estatus), mientras que el grupo que no ha tenido acceso a tal práctica resulta relegado y marginado. Un ejemplo de ello es el siguiente fragmento “A sus 103 años, Antonia Paz viuda de Melgar aprendió a leer y a escribir su nombre. […] Esta agradable anciana que vive en el distrito de Villa Hermosa de Majes, en la provincia arequipeña de Caylloma, es todo un ejemplo de perseverancia y deseo de superación, ya que a su edad decidió participar en el Programa Nacional de Movilización por la Alfabetización (Pronama), y con ello salir del mundo de la ignorancia en la que estuvo sumergida por más de un siglo.” (Carlos Zanabria, El Comercio, lunes 10 de setiembre)
[5] Posicionar a alguien en el “mundo de la ignorancia”, por no manejar la escritura da cuenta de la valoración que se hace del manejo de esta herramienta; en este caso, no se toma en cuenta que probablemente la señora Antonia Paz cuenta con conocimiento que, si bien no ha sido formalizado en la escuela, se evidencia por la experiencia de vida que tiene.

Como hemos visto, la funcionalidad de lo letrado se da, en la mayoría de los casos, en la lengua dominante, es decir, el castellano. En ese sentido, es muy poca o casi nula en las lenguas originarias del país, a pesar de los esfuerzos que se han hecho, ya que la representación escritural de estas lenguas ha atravesado diversos problemas desde los conflictos por el alfabeto que se debe usar, la falta de esfuerzos para hacer uso de esos alfabetos en textos, la poca relevancia que tienen, para los hablantes, los textos en estas lenguas (ya que dichas lenguas son utilizadas en ámbitos íntimos donde no se hace necesaria la escritura) hasta la obligación que tienen estos hablantes de manejar la lengua dominante y su representación (lo cual le resta importancia cualquier esfuerzo que se pueda hacer para elaborar textos en lengua indígena).

De este modo, resulta evidente que si esas comunidades no tienen una práctica letrada en su lengua, resultaría inadecuado hacer una traducción que probablemente no se leería; por esta razón, adquiere relevancia la recomendación de Coco Acurio de que estos hablantes tienen que conocer sus derechos, pero que deben acceder a ellos mediante campañas de difusión de otra índole, pues, de lo contrario, no se lograría que ellos accedan a lo que la ley especificaría.
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[1] VICH, Víctor y ZAVALA, Virginia. Oralidad y poder. Herramientas metodológicas. Bogotá: Grupo Editorial Norma, 2004.
[2] ZAVALA, Virginia. Desencuentros con la escritura. Escuela y comunidad en los Andes peruanos. Lima: Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2002.
[3] SALOMON, Frank. Literacidades vernáculas en la provincia altiplánica de Azángaro. En: Ames, Patricia; Niño-Murcia, Mercedes; y Zavala, Virginia: Escritura y sociedad. Nuevas perspectivas teóricas y etnográficas. Lima: Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2004. pp. 317-345
[4] DE LA PIEDRA, María Teresa. Oralidad y escritura: el rol de los intermediarios de literacidad en una comunidad quechua-hablante de los Andes peruanos. En: Ames, Patricia; Niño-Murcia, Mercedes; y Zavala, Virginia: Escritura y sociedad. Nuevas perspectivas teóricas y etnográficas. Lima: Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2004. pp. 367-388
[5] Diario El Comercio (lunes 10 de setiembre)
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-09-07/peru0781243.html

martes, 9 de octubre de 2007

Editorial

Estimados amigos:

Hace poco más de un mes que el tema de las lenguas originarias de nuestro país causó cierta polémica y se ha discutido, mucho más que en el pasado, la trascendencia política de un tema tan complicado.

Gracias a ello, hemos podido constatar que cada persona tiene sus propias ideas sobre la lengua basadas en su experiencia como hablante o a factores sociales y que sus aportes son valiosos para lograr una crítica más abarcadora de la realidad lingüística que nos rodea.

Todos tenemos algo que decir sobre este tema; de esta manera, como en su momento los miembros del Comite Editorial de este blog nos manifestamos como estudiantes de Lingüística y como ciudadanos, esta vez ha sido el turno de los profesores de la Sección Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú que han escogido el periódico de este centro de estudios para publicar su pronunciamiento llamado “Derecho a usar libremente la propia lengua”, al cual se puede acceder, en su versión electrónica, cliqueando
aquí. De la misma forma, agradecemos a nuestros docentes por la mención que hacen en dicho comunicado sobre el Pronunciamiento que emitimos días atrás y resaltamos su importancia en un momento en el que la opinión de los especialistas adquiere una relevancia política.

Queremos agradecer una vez más sus visitas y comentarios, ya que, como dijimos en un primer editorial, este proyecto es también suyo. Esperamos que nos visiten esta semana para seguir discutiendo sobre la lengua y su función en la sociedad.

Sofía Marín - Comité Editorial
Agrupación 6minutos

domingo, 7 de octubre de 2007

martes, 2 de octubre de 2007

Editorial

Hola a todos:

Durante la semana pasada la profesora Virginia Zavala, sociolingüista reconocida en nuestro medio, nos facilitó su artículo completo “Lenguas sí, hablantes no” que fuera publicado el pasado domingo 23 de septiembre en el suplemento “El Dominical” de El Comercio. Este artículo nos permite reforzar el tema de lenguas originarias, los invitamos a leerlo.

Por otro lado, esta semana profundizaremos en la viabilidad de las leyes de lenguas en nuestro país y en los mensajes subyacentes en el discurso de discriminación lingüística; por ello, publicaremos dos entrevistas: la primera a la profesora Virginia Zavala y la segunda a Nila Vigil, otra lingüista que ha abordado el tema de manera profunda en su blog.

De esta manera, pretendemos contribuir a la discusión sobre un tema tan importante en el área lingüística y en la agenda política nacional; además, resulta una forma dinámica de acercarse a un tema tan vigente que, como bien enuncia Virginia Zavala, tiene más relación con los hablantes que con las lenguas de que se trate.

Desde ya les recordamos que sus comentarios son bienvenidos y esperamos que disfruten con las publicaciones de esta semana.

Saludos

Laura Arroyo Gárate - Comité editorial
Agrupación 6minutos

domingo, 30 de septiembre de 2007

Colaboraciones

Las opiniones vertidas en los artículos son de propiedad del redactor y no son necesariamente compartidas por el comité editorial.

Lenguas sí, hablantes no
Apunte sobre la discriminación lingüística

Por: Virginia Zavala
Profesora de Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

El lamentable incidente entre la Dra. Martha Hildebrandt y la congresista María Sumire obliga a que algunos lingüistas nos pronunciemos. En primer lugar, habría que decir que la Dra. Hildebrandt construye su autoridad desde su identidad como lingüista y ha venido fomentando una idea de la lingüística como una disciplina homogénea, sin debates internos y, lo que es peor, como algo análogo a la pura normativa. "Si hay algún otro lingüista, con él podría discutir", afirmó. Yo, como lingüista, me permito entonces comentar lo acontecido.

El incidente ocurrió a partir del proyecto de ley 221, que propone publicar, en los diferentes idiomas oficiales, las normas legales que tengan relación con los pueblos originarios del país. Esto en el marco de una serie de leyes a favor de los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas. Según la Dra. Hildebrandt, aquello es caer "en la demagogia", pues estos dictámenes no tendrían ningún efecto práctico en una realidad donde el castellano es sustancialmente hegemónico. En parte, no le falta razón. Por un lado, sabemos que las personas que hablan lenguas vernáculas no necesariamente leen en ellas y, menos aún, están adiestradas para manejar un tipo de discurso de corte legal. Por otro lado, la vitalidad de las lenguas indígenas no se asegura escribiendo documentos oficiales -ni dictaminando su protección y conservación como si éstas fueran artefactos arqueológicos- sino promoviendo el uso (no solo escrito) de las mismas en diferentes espacios. Si se quiere que la población conozca mejor sus derechos, creo que en este momento hay otros medios más eficaces para hacerlo.

¿No sería más útil, por ejemplo, que los peruanos participáramos en un proceso judicial o nos atendiéramos en una posta de salud en el idioma en que mejor nos expresamos? Claro que esto significaría pensar en políticas de aprendizaje de las lenguas por parte de futuros profesionales. En todo caso, lo que quiero decir es que no basta con que algunos congresistas declaren que "hay que evitar la extinción de nuestras lenguas", sino que es para ello fundamental explicitar qué implica oficializar las lenguas vernáculas y cómo y por qué queremos hacerlo. Pero más allá de discutir el contenido de estas leyes (lo cual ameritaría mucho espacio) quiero centrarme en otro punto. Como lingüista, la Dra. Hildebrandt recordó que "respeta todas las lenguas" y que "defiende nuestras lenguas aborígenes", pero parece hacerlo obviando a sus hablantes. La historia de muchas comunidades lingüísticas marginadas nos enseña que para transformarlas hay que transformar el estatus de sus hablantes. Y pienso que el problema radica allí: un discurso abstracto que afirma que se respetan las lenguas y, al mismo tiempo, se muestra un profundo desprecio por sus hablantes. Esta es la contradicción de la Dra. Hildebrandt. La historiadora Cecilia Méndez lo ha dicho muy bien: la ideología criolla se construyó bajo el discurso de "Incas sí, indios no".

En su interacción con la congresista Sumire, la Dra. Hildebrandt mostró una actitud racista. Hoy sabemos que el racismo es un mecanismo de dominación de un grupo sobre otro que no solo se basa en diferencias del color de la piel, sino también en la fantasiosa distancia imaginada sobre la etnicidad, la apariencia, el origen, la cultura y el lenguaje. Por eso, despreciar a alguien porque utiliza una variedad del castellano diferente a la estándar (o porque dice "haiga" en lugar de "haya") también se puede considerar racista. Cuando la Dra. Hildebrandt presenta una división entre ciudadanos "mejores" y "peores" sobre la base de una supuesta capacidad intelectual ("Imagínese, yo he sido subdirectora general no del Perú sino de la UNESCO y ella me va a enseñar educación, no pues"), reproduce la forma en que el racismo peruano se ha articulado con las categorías de clase, cultura y educación. Esta actitud no solo saca a la luz una estrechísima visión del fenómeno educativo y de los siempre heterogéneos campos culturales, sino que revela además un conjunto de clásicas estrategias de poder que excluyen a un amplio sector de la población para beneficiar a una elite minoritaria y siempre letrada. Lo que se reproduce es esta idea de que los indios son los "otros" y los profesores somos el saber.¿Cómo puede respetar las lenguas indígenas si piensa que las personas que las hablan no están en capacidad de pensar, opinar y decidir con validez sobre el país? ¿Cómo se puede construir democracia si la opinión del otro no es tomada en cuenta y ni siquiera puede participar?

Si, como académica, la Dra. Hildebrandt estuviera al tanto de la matriz colonial de la subalternización lingüística y epistémica del mundo contemporáneo, podría darse cuenta de que el único conocimiento legítimo no es el académico y que estar situado al margen de la elite letrada no implica ser inferior. Además, como lingüista, debería reconocer que las maneras en que usamos el lenguaje contribuyen a la reproducción de estereotipos. La forma en que la Dra. Hildebrandt interrumpió a la congresista Sumire, su uso de frases despectivas como "niñas quechuahablantes" o "gente que no tiene la capacidad intelectual" y la actitud despótica y autoritaria, manifiesta en su propio tono de voz, nos recuerdan que somos un país incapaz de imaginarse como comunidad, como espacio de relaciones igualitarias.

Es preocupante que las leyes y la clase política comiencen a asumir la máscara del multiculturalismo decorativo que, en el fondo, funciona como un dispositivo de dominación porque no cuestiona la desigualdad económica. Sería bueno que a la Dra. Hildebrandt le haya molestado esta celebración declarativa de la diversidad que es inocente y que no parece repercutir en cambios sociales verdaderos. Sin embargo, su discurso y su práctica no revelan una real preocupación por estos cambios en los pueblos indígenas. Al decir con desprecio que nadie sabe lo que es el idioma piro o que hay lenguas en extinción de 500 hablantes "perdidos por ahí", la Dra Hildebrandt mostró una falta de perspectiva frente a los procesos históricos de racialización de las lenguas en el Perú. Y lo ha hecho ofendiendo a muchos compatriotas, a muchos ciudadanos legalmente iguales a ella.

A diferencia de la Dra. Hildebrandt, muchísimos lingüistas, actualmente profesores o activistas, asumimos el lenguaje como una práctica social que no puede desligarse de las luchas de poder entre sus hablantes. Al decir de la lingüista Deborah Cameron, cuando escuchamos a las personas discutir sobre el lenguaje es urgente sospechar que, en realidad, tal discusión está revelando serios conflictos de otro tipo: tensiones y discriminaciones raciales, culturales, de clase o de género. Y es que usualmente a las polémicas acaloradas sobre el lenguaje subyacen argumentos sobre temas que la gente no quiere asumir de forma más directa. Por eso, aunque la Dra. Hildebrandt afirme que sus argumentos se basan en su expertise lingüístico, está muy claro que lo que sucedió el otro día en el Congreso no fue un asunto propiamente lingüístico.


Originalmente publicado en: El Dominical, El Comercio, 23 de septiembre del 2007, p.6. http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-09-20/imecdominical0787778.html

jueves, 27 de septiembre de 2007

Eventos

II Coloquio Internacional de Semiótica y Comunicaciones
Por Paloma Pinillos

La lengua cumple una finalidad incuestionable en la sociedad: la comunicación. Esta es realizada por medio de los actos de habla; mas estos actos constantes y continuamente renovables nos abren las puertas a la explotación de una característica propia y particular de las personas: ‘la creatividad’. La creatividad lingüística nos permite, a partir de medios finitos, construir infinitos elementos, aplicando ciertas reglas gramaticales. Sin embargo, no se trata solo de crear frases, sino brindarle un significado, siendo este el que nos permita comprender cada una de las formas creadas. La disciplina encargada del estudio de estos signos
[1], la construcción de su sentido y su posterior significación es la semiótica[2].

La semiótica y las comunicaciones mantendrían una estrecha relación, debido a que
el acto comunicativo involucra ambas ramas. En primer lugar existe un emisor el cual produce un signo, que posteriormente es interpretado por un receptor. Es decir, se produce (comunicación) y luego se interpreta (semiótica) un mismo signo.

Con el fin de aportarnos mayores conocimientos sobre esta disciplina, la Pontificia Universidad Católica del Perú los días 26 y 27 de septiembre organizó el II Coloquio Internacional de Semiótica y Comunicaciones. El Departamento Académico de Comunicaciones, encargado del evento, propuso como finalidad la reflexión y discusión sobre la comunicación en la sociedad contemporánea, en razón al carácter variado de las perspectivas semióticas actualmente preponderantes.

Este coloquio constó de seis mesas temáticas, las cuales se encontraban presididas por diversos expositores tanto nacionales como internacionales. Los temas fueron: semiótica televisiva, semiótica teatral, semiótica visual, semiótica del cine, semiótica publicitaria y semiótica discursiva-literaria. Los expositores fueron:

François Jost (Université de Paris III-Sorbonne Nouvelle)

Rocío Quispe Agnoli (Michigan State University)
Raúl Bendezú (Universidad de las Américas-Chile)
Óscar Quezada (Universidad de Lima)
José García Contto (Universidad de Lima)
Santiago López Maguiña (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Marcos Mondoñedo (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Daniel Bustamante (Instituto San Ignacio de Loyola)
Mihaela Radulescu (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Alberto Isola (Pontificia Universidad Católica del Perú)
José Carlos Cabrejo (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Lilian Kanashiro (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Celia Rubina Vargas (Pontificia Universidad Católica del Perú)

Para mayores informes sobre las ponencias del II Coloquio Internacional de Semiótica y Comunicaciones visiten la siguiente dirección:


[1] Signo como todo lo que se refiere a otra cosa.
[2] En lingüística, en lugar de semiótica, se utiliza semántica. Esto se debe a que la semántica estudia el significado de las expresiones del lenguaje, mientras la semiótica estudia los signos en general, incluso los no humanos.

martes, 25 de septiembre de 2007

Editorial

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Estimados amigos:

Empezamos una nueva semana con mucho entusiasmo y una buena noticia:

El lunes 24 im.verbe fue recomendado por el diario Perú21, tanto en su edición impresa como en la virtual.

Gracias a esto, ha sido posible difundir, aún más, el Pronunciamiento que hicimos hace unas semanas, y también, los contenidos y opiniones expresadas en este blog, generando una muy buena respuesta por parte de los visitantes, y nuevos comentarios que nos permiten conocer los temas de interés para ustedes.

¡Gracias Perú21 por su apoyo y difusión!

Durante el transcurso de esta semana seguiremos tratando los temas relacionados con la variación lingüística. Esperamos que nos sigan visitando y, por sobre todo, que nos sigan mandando sus comentarios, dudas e inquietudes para poder brindarles más información y opiniones que propicien la discusión y el debate sobre los temas que les interesen.

De la misma manera, los invitamos, nuevamente, a enviarnos sus artículos relacionados con temas lingüísticos, si desean que los publiquemos en nuestra sección de colaboraciones.
Pueden enviarlos a la siguiente dirección: 6minutos@grupos.pucp.edu.pe


Los artículos serán revisados por el Comité Editorial y luego publicados, de ser considerados pertinentes.

¡Muchas gracias a todos por su continuo apoyo!

Saludos,


Lucho Hildebrandt - Comité editorial
Agrupación 6minutos

sábado, 22 de septiembre de 2007

6 minutos más

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El clásico: lengua vs. dialecto
Por: Paloma Pinillos

Lo sucedido hace unas semanas entre las congresistas Martha Hildebrandt y María Sumire desató una gran discusión en términos lingüísticos, pues un conglomerado de temas salió a luz, de los cuales planteo uno en específico ¿Son lo mismo lengua y dialecto? Esta pregunta surge por una confusión terminológica producto del debate ocurrido en el Congreso el 6 de septiembre.

Minutos luego del suceso entre estas congresistas se pudo escuchar en diversos medios televisivos: “el quechua, el aimara y el resto de dialectos” o “las lenguas aimara y quechua y los dialectos de la selva”. Hubo dos puntos que llamaron mi atención, en primer lugar, no se establecía una distinción entre lengua y dialecto; y, segundo, la identificación del concepto “dialecto” con el de inferioridad, ante todo vinculado con la Amazonía.

Uno reflexiona, preguntándose entonces ¿Cuál es la diferencia? ¿Existe una acaso? Respondiendo a esto, claro que existe una. Lengua y dialecto no deben ser tomados como lo mismo, pues, verdaderamente, se establece una diferencia entre ambos.

La lengua se define como un sistema. Sistema significa estar conformado por un conjunto de partes, las cuales trabajan en modo organizado y bajo ciertas reglas con un fin determinado. Esta finalidad consiste en permitir la comunicación en una sociedad. Primeramente debemos hacer un paréntesis para saber qué es el idioma o lengua oficial. Este concepto parte de una necesidad político-administrativa en los casos en los que la extensión territorial no concuerde con el dominio geográfico de la lengua. Un ejemplo de esta situación es Alemania, donde el alemán, francés e italiano son lenguas oficiales. Así mismo es importante resaltar la confusión que se tiene entre lengua y habla. Usualmente se mantiene esta confusión asumiendo que el aspecto oral es la lengua, tomando la finalidad comunicativa como el acto en sí. La lengua debe reconocerse como el código que nos lleva a la comunicación, mientras el habla a la utilización que cada uno de los hablantes hace de su código.

Nos quedaría por definir qué son los dialectos. Estos son nada menos que variantes de la lengua. La lengua esta conformada por diversos dialectos, y esto se debe a que cada modalidad regional que en esta se identifica será considerada como uno.

De aquí se podría desprender una primera idea: la lengua redefinida como un sistema complejo, equivaldría a un gran conjunto, el cual posee diversos subconjuntos, los cuales vendrían a ser los dialectos.

¿Interfieren los dialectos algún aspecto de lengua? La unidad del sistema complejo de la lengua no será modificada por las diferentes modalidades que sean utilizadas por parte de los hablante-oyentes; debe recordarse que la finalidad de la lengua es sobre todo la comunicación. O sino pregúntense ustedes mismos ¿Hablan algún dialecto? Muchas personas como primera respuesta dirían “No”; sin embargo, ¿Cómo es que un bonarense y un limeño se pueden comunicar? Ahí esta la respuesta, ambas personas manejan distintos dialectos regionales, pues provienen de distintos lugares, culturas o tradiciones; no obstante, el entendimiento entre ambos no entra en duda. Dentro de un mismo país sucede lo mismo, uno se pude comunicar perfectamente con un norteño o con un loretano, así se perciban distintos “modos” de hablar, como el ‘dejo’, por ejemplo.

«Dialecto es, entonces, la forma históricamente determinada de la lengua de un grupo que ocupa un espacio geográficamente definible. En este sentido no puede establecerse una distinción entre hablantes de lengua frente a hablantes de dialecto. Todo el mundo habla algún dialecto, y una lengua no es más que la suma de sus dialectos»[1].

Esto nos lleva a una segunda idea: la lengua no es unitaria, esta cambia, varía y es diversa.

Lastimosamente los medios, como se podrán dar cuenta, causaron una gran conmoción al respecto. Y esto no sólo por desconocer el valor de ‘lengua’ y ‘dialecto’, sino por realizar contrastes entre ambos, colocando a los dialectos como inferiores a las lenguas. Existe una creencia implícita de mejores o peores sistemas, y así se sitúa la lengua como un mejor sistema, en comparación con los dialectos. De la misma manera, muchas veces se considera dialecto a la lengua poco conocida, hablada en zonas lejanas o posesora de pocos hablantes, caso que ha sucedido con los medios, los cuales, al desconocer el concepto de dialecto y lengua, mencionaron a las “lenguas aimaras y quechua, y al resto de ‘dialectos’”.

Para finalizar les hago un pregunta ¿cuántas lenguas hay existentes en la selva peruana? Como recordarán, en líneas anteriores, una de mis preocupaciones se debía al asumir como ‘dialectos’, sobre todo, a lo referido con lo amazónico. Frente a esta pregunta respondo: actualmente son habladas aproximadamente 40 lenguas sólo en nuestra selva, siendo, por tanto, uno de los países más ricos a nivel lingüístico.

[1] Juan C. Zamora Munné & Jorge M. Guitart: Dialectología hispanoamericana. Teoría, descripción, historia, Ed. Almar, Salamanca, 1982, pp. 22 y 17.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Editorial

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Estimados amigos:

Una vez más agradecemos que hayan suscrito el Pronunciamiento y esperamos que nos sigan visitando para que nos puedan brindar su opinión respecto de los diversos temas que vamos a poner “sobre el tapete” de ahora en adelante. Luego de haber presentado nuestra protesta sobre las declaraciones de la Dra. Martha Hildebrandt, es necesario decir que urge un análisis del proyecto de ley que fue el motivo de la disputa ocurrida el 6 de setiembre. Queremos decirles, por tanto, que esa es una deuda que nos tocará saldar en el transcurso de las siguientes semanas, ya que, en esta ocasión, retomaremos un tema que dejamos pendiente días atrás: la variación en las lenguas.

Este es un tema que genera controversias, pues es posible escuchar frases del tipo: “la lengua se está malogrando”, “los jóvenes no saben hablar”. “yo no hablo bien, pero hay gente que sí”. En primer lugar, esta idea está sostenida por la existencia de un grupo que cree tener la prerrogativa de imponer un modo de habla “ideal” a las demás personas; este grupo de personas, en ese sentido, están en una relación de poder con las demás, pues creen manejar una manera de hablar que no solo valoran ellos, sino los que están alrededor de este grupo social. Sin embargo, si uno escucha con atención el habla de las personas que creen esto, puede notar que no mantienen el mismo modo de decir las cosas siempre; no hablan de la misma forma cuando están en un “tono” con sus amigos, cuando están en una entrevista de trabajo o cuando están en la sobremesa del almuerzo; de la misma forma, las personas del grupo que piensa que habla “mal” también hablan distinto en las distintos contextos en los que les toca interactuar con otros hablantes; eso nos permite concluir que existe una variación en el lenguaje que depende de la situación comunicativa concreta.

Del mismo modo, la idea de variación se articula también sobre la base de rasgos sociales en el modo de hablar. Dichas características tienden a caracterizarse mediante su vinculación con grupos sociales específicos; es decir, si el hablante dice: “pisa pisa, vamos plancha”, entonces, cualquiera de nosotros podría decir que se trata de un cobrador de “combi” que está realizando su labor diaria y que le está diciendo al chofer que avance nomás porque el carro está lleno. De la misma forma, si alguien dice “ta chévere el lompa, pero la mica pasa piola nomás” lo más probable es que todos nosotros asumamos que se trata de una persona joven y de género masculino que está evaluando dos prendas, y que afirma que una de ellas le ha gustado y la otra más o menos; ambos ejercicios no dejan de ser una caracterización hecha mediante la intuición, ya que podemos presuponer quienes lo dijeron, pero no podemos afirmarlo del todo. A pesar de tal inconveniente, es posible decir que, en la calle, en algún momento, hemos escuchado frases de ese tipo y, al poder asociarlas con un grupo particular, podemos, a la vez, afirmar que la lengua varía de un grupo social a otro; los factores que constituyen criterios para separar estos grupos son varios, tales como la clase social, la edad, el género, la ocupación, etc. Se puede concluir, entonces, que esta variación depende del grupo social en el que se puede ubicar a un individuo, lo cual, como ya se ha visto, resulta un poco arbitrario, porque un individuo puede conocer muchos modos de hablar, pero resulta útil para caracterizar el modo de decir las cosas de un conjunto de individuos que comparten rasgos sociales específicos.

Por otro lado, los hablantes han adquirido su lengua en un lugar concreto dentro de un grupo cultural inserto en ese espacio territorial. De ese modo, se puede explicar por qué el castellano de Lima no es similar al castellano de Buenos Aires o el castellano de Ciudad de México, ya que el grupo cultural que habita estos territorios presenta rasgos comunes en distintos ámbitos; la lengua, de esta manera, no puede estar ajena a estas características compartidas y se configurará por estas. El lugar determina, entonces, otro tipo de variación dentro de una lengua específica. Necesario es decir, por cierto, que, en otras lenguas, también existe variación de todos los tipos ya expuestos, lo cual nos permite asumir que las lenguas están en permanente cambio y que no son estáticas ni invariables, ya que, además de todas estas variaciones que se dan dentro de un tiempo específico, otros cambios se han registrado de manera histórica a través de un largo período de tiempo, ejemplo de ello es el paso del latín vulgar al castellano. Todo lo expuesto nos permite decir que no existe un "buen hablar" y un "mal hablar", sino un hablar distinto, que no es mejor ni peor y que varía dependiendo de muchos factores. Con esta pequeña y somera explicación de la variación, queremos empezar una semana durante la cual se discutirá y se retomará lo que ya se había discutido desde el primer artículo que se publicó en “6 minutos más”, el cual abordaba los conceptos de “norma” y de “normativa”.

Desde ya, contamos con sus valiosas opiniones y colaboraciones.

Geraldo Flores - Comité editorial
Agrupación 6minutos

jueves, 13 de septiembre de 2007

Colaboraciones

Las opiniones vertidas en los artículos son de propiedad del redactor y no son necesariamente compartidos por el comité editorial.

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VERDADES Y DISPARATES
Por: Coco Acurio

El trabajo lingüístico supone, entre otras cosas, notable sentido crítico. Es a esta capacidad a la que apelo para que podamos discurrir con claridad y prudencia en el escandalete protagonizado por Martha Hildebrandt y María Sumire, ambas madres de la Patria.

Lo primero es reflexionar con atención y sentido común sobre lo ocurrido con Martha Hildebrandt. A la mejor manera pragmática, es necesario distinguir la actitud e intención del hablante de lo dicho o lo enunciado. Respecto de su actitud no hay nada más que abominar. En repetidas ocasiones, doña Martha ha dado evidentes, explícitas y altisonantes muestras de autoritarismo, intolerancia y, por supuesto, discrimen no solo contra los hablantes de lenguas nativas, sino también contra hablantes del mismo castellano que, según ella, no se encuentran a su altura intelectual, o seguramente no pertenecen a su laya socioeconómica. Este tipo de actitudes y comportamientos son absolutamente reprobables, y son ante los que debemos protestar vengan de donde vengan.

Como buenos analistas, no nos podemos quedar únicamente en el ámbito de la intención. Tenemos que procesar el contenido proposicional, es decir, lo dicho por la lingüista. Hildebrandt dijo que la ley para la preservación, uso y difusión de las lenguas originarias no sirve para nada porque iba a ser imposible que todas las lenguas fuesen oficiales. Además reiteró que la propuesta de traducir todo este marco legal a las lenguas originarias sería un gasto innecesario.

Lo primero revela si no la ignorancia del marco legal de protección de las lenguas indígenas, cuanto menos la conocida actitud impositiva y dogmática de Martha Hildebrandt. La Constitución señala en su artículo 48: “Son idiomas oficiales el castellano y, en las zonas donde predominen, también lo son el quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes, según la ley.” En ese sentido, todas las lenguas originarias del Perú son oficiales, y por más pataletas que sufra la lingüista, debe respetar la mencionada oficialidad. Asimismo la defensa, la preservación y la difusión de las lenguas originarias se encuentran refrendadas en una serie de documentos y convenios internacionales de los cuales el Perú es firmante, como el Convenio 169 de la OIT o la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos.[1]

Sin embargo, respecto de lo segundo, apelando certeramente al sentido crítico antes invocado, manifiesto mi acuerdo con Martha Hildebrandt. Traducir todo este marco legal, tanto nacional como internacional, a las lenguas originarias, no pasa de ser un proyecto personal, en el sentido de que no es representativo de los intereses y necesidades de las naciones indígenas. Además de convertirse en un gasto fatuo de una parte del presupuesto que bien podría servir para cubrir aspectos más urgentes vinculados con la cuestión bilingüe como la educación. Pienso que es necesario que el marco legal de protección de las lenguas originarias sea conocido y difundido entre sus directamente involucrados, mas coincido con Hildebrandt en considerar que el medio no es el adecuado, por la razón de que estas lenguas no tienen contextos letrados en los cuales pueda ser viable la difusión escrita de estos documentos, producto de la traducción planteada por María Sumire. Mejor harían estas congresistas, autoproclamadas como las voceras de sus etnias, en invertir el dinero destinado a las vanas traducciones, en ir a cada una de las mencionadas comunidades siguiendo un plan de difusión más práctico, que sea parte de un proyecto mayor, inclusivo y participativo, en el que los hablantes no sean meros receptores de leyes incomprensibles sino que tengan voz, atención y deliberación.

Efectivamente las leyes no sirven para nada si es que no resuelven los problemas y las carencias de aquello a quienes van dirigidas; las leyes no sirven para nada si se gastan insulsamente cuantiosos presupuestos; pero tampoco sirven para nada si los políticos no tienen una decencia mínima en considerar que su propio país está conformado por varios países, varias naciones, varias culturas y, claro está, por varias lenguas.


Felicito la concepción de este blog, ya que siempre es grato que exista un espacio de discusión, libre opinión, descubrimiento, investigación, contacto, difusión, etc., que parta de la iniciativa de los propios estudiantes.

[1] Adjunto hacia el final extractos de los documentos mencionados.

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Anexos
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ
TITULO II
DEL ESTADO Y LA NACION
CAPITULO I
DEL ESTADO, LA NACION Y EL TERRITORIO
Artículo 48º
Son idiomas oficiales el castellano y, en las zonas donde predominen, también lo son el quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes, según la ley.
Convenio (N. 169) sobre pueblos indígenas y tribales en países independientesAdoptado el 27 de junio de 1989 por la Conferencia General de laOrganización Internacional del Trabajo en su septuagésima sexta reuniónEntrada en vigor: 5 de septiembre de 1991, de conformidad con el artículo 38Artículo 21. Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad.2. Esta acción deberá incluir medidas:a) que aseguren a los miembros de dichos pueblos gozar, en pie de igualdad, de los derechos y oportunidades que la legislación nacional otorga a los demás miembros de la población;b) que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y sus instituciones;c) que ayuden a los miembros de los pueblos interesados a eliminar las diferencias socioeconómicas que puedan existir entre los miembros indígenas y los demás miembros de la comunidad nacional, de una manera compatible con sus aspiraciones y formas de vida.Artículo 281. Siempre que sea viable, deberá enseñarse a los niños de los pueblos interesados a leer y a escribir en su propia lengua indígena o en la lengua que más comúnmente se hable en el grupo a que pertenezcan. Cuando ello no sea viable, las autoridades competentes deberán celebrar consultas con esos pueblos con miras a la adopción de medidas que permitan alcanzar este objetivo.2. Deberán tomarse medidas adecuadas para asegurar que esos pueblos tengan la oportunidad de llegar a dominar la lengua nacional o una de las lenguas oficiales del país.3. Deberán adoptarse disposiciones para preservar las lenguas indígenas de los pueblos interesados y promover el desarrollo y la práctica de las mismas.

DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS LINGÜISTICOS PRELIMINARESCONFERENCIA MUNDIAL DE DERECHOS LINGÜISTICOSBARCELONA, ESPAÑA, 6-9 DE JUNIO DE 1996
Artículo 31.
Esta Declaración considera como derechos personales inalienables, ejercibles en cualquier situación, los siguientes:· el derecho a ser reconocido como miembro de una comunidad lingüística;· el derecho al uso de la lengua en privado y en público;· el derecho al uso del propio nombre;· el derecho a relacionarse y asociarse con otros miembros de la comunidad lingüística de origen;· el derecho a mantener y desarrollar la propia cultura;y el resto de derechos de contenido lingüístico reconocidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 16 de diciembre de 1966 y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la misma fecha.2. Esta Declaración considera que los derechos colectivos de los grupos lingüísticos, además de los establecidos por sus miembros en el apartado anterior, también pueden incluir, de acuerdo con las puntualizaciones del Artículo 2.2:· el derecho a la enseñanza de la propia lengua y cultura;· el derecho a disponer de servicios culturales;· el derecho a una presencia equitativa de la lengua y la cultura del grupo en los medios de comunicación;· el derecho a ser atendidos en su lengua en los organismos oficiales y las relaciones socioeconómicas.